lunes, 19 de enero de 2009

YOU NAME IT, I´LL BE THERE FOR YOU

Hace unos días sucedió algo muy extraño para cualquier mortal: vi un ángel que cayo del cielo, para fortuna mía, cayó en mis brazos, su piel es tan suave, y su mirada tan limpia, es tan sutil; puedo ver el mundo correr, volar, cada vez que me pierdo en él; la luz de su rostro es la luz que ahora viene a dar sentido a mi vida, me dice que tengo derecho a ser feliz, su aura me envuelve y me protege, pero también está lastimado, también desea protección, y la tiene, contra lo que sea. En el cielo existe gran tribulación, todos los ángeles están muy preocupados, nadie sabe que hacer, el Amo y Señor del paraíso esta triste, una virgen esta llorando y sus lágrimas son mi consuelo. Yo huyo y me escondo porque no quiero ser hallado por esos ojos inquisidores que miran con furia y dolor, yo no soy culpable. La ira de la espada de Gabriel me busca, y yo, como si fuera un niño miedoso solamente aprieto contra mi el regalo que encontré, ¿Por qué me lo quieren quitar? ¿Acaso no fueron ellos los que me lo enviaron? Todos planean la manera de arrebatarme lo que ahora es mío; yo siempre quise y siempre rogué por algo como esto, y ahora lo tengo, no dejare que me lo quiten, es para mí. En ocasiones el cielo esta encendido con el rojo del coraje, amenazante, tengo miedo, pero lucharé. Solicito una audiencia a Diós, Él debe entender, al fin que Él solo desea la felicidad de sus hijos, ya se que la tierra no es lugar para los ángeles, pero que mas da si ambos podemos ser felices aquí.

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